lunes, 11 de noviembre de 2013

Al fin y al cabo, todos somos hipócritas.

La mayor parte del día observo el comportamiento de las personas y como estas actuan en base a los estímulos de su entorno, la mayoría no toma importancia de como nosotros lo afectamos a él, pero considero que si mas personas observaran, se darían cuenta de que la vida esta llena de coas mas interesantes y dejarían de lado cosas sin importancia, como la vestimenta de aquel, el peinado de aquella, cosas así, de verdad podríamos generar un mejor impacto, inclusive en las personas que no conocemos a profundidad, si solo nos dejáramos llevar por aquellas sensaciones que los demás provocan en nosotros, posiblemente tampoco es la mejor solución, pero seria un adelanto a un cambio a esta sociedad tan hipócrita, que muchas veces ya no estoy dispuesta a soportar.
Lamentablemente ni siquiera yo logro ser 100% sincera, pero siempre trato de general un balance con mi comportamiento, para que si en algún momento debo juzgar algo, no sea nada superficial, aunque a veces sea difícil mantener una postura neutral. 
Lo cual  me lleva a una conclusión, sin importar como o cuando en algún momento habrá que jugarle chueco a alguien, y ahí es donde entra el sentido común y el análisis previo a la situación, si desde un principio observáramos a los demás, posiblemente nos evitaríamos un sin fin de problemas y extrañas situaciones, pero al fin y al cabo, todos somos hipócritas.

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